ENCONTRANDO EL CAMINO
¡QUERIDO LECTOR!
Hoy te escribo y comparto un par de pensamientos desde mi nueva casa en el norte de mi pais, te mando un fuerte abrazo y anhelo que estas palabras de alguna u otra forma sean gratas a tu vida.
A veces no logro entender como de repente me encuentro sola conociendo un lugar por primera vez, caminando por calles desconocidas, y nuevos códigos postales, suelo disfrutar cada memoria que voy recavando por el camino de la belleza de los pequeños detalles, me parece tan interesante, pero a la vez nostálgico observar a las personas mientras caminan, conversan, e interactúan siendo estas historias andantes, universos enteros y a veces mares en los que quisiera adentrarme, puesto que me intriga ver qué hay en sus mentes y alma, que historias se están viviendo sin duda más de cientos son: apasionadas, monótonas o históricas, y lo más maravilloso de ello, es que cada historia es única y maravillosamente compleja, tal como los que la protagonizan. En fin querido lector, creo en el fondo de mi corazón que hay historias mejores que aquellas que se han escrito, y en lo profundo de mi ser aspiro a ser una de ellas, vivir una historia mejor que un cuento de hadas, donde la realidad supere la ficción y las palabras, pudiera sonar esto como una declaración un tanto descabellada, pero esto surge desde la más pura convicción de que es posible.
La finalidad de estos fragmentos es compartir un poco de mi esencia e ir creciendo en mí caminar como escritora, a las que tú también lo haces en aquello que estés buscando crecer ¿Por qué no hacerlo juntos? Dicen por ahí: "Hay que atreverse a ser un mal escritor, para ser uno bueno."
Y debo confesar que no le tengo temor a ser mala, novata e ingenua en mí caminar, ciertamente reconozco y admito que es parte del proceso, y saberse de esta realidad nos evitaría alguna que otra lágrima y decepción a nuestra aspiración idealistas que no voy a negar me encantan.
Sin duda quiero atreverme a equivocarme, experimentar y crecer en el mundo de las letras del cual estoy enamorada, a veces huyo como una liebre creyendo que voy a ser devorada por mis propias inseguridades, otras me siento libre como un ave que experimenta nuevos cielos.
Hace algún tiempo debo confesar querido lector, más bien hace muchos años, mi sueño oculto era ser escritora, no sabía sobre qué escribir exactamente, pero sabía que tenía que empezar, lo cual no hice, y hoy intento nuevamente con toda la valentía que puede haber en mi ser hacer.
Me encuentro en una temporada donde constantemente pareciera que pierdo el norte, y la visión fuera borrosa, sin embargo, en medio de la confusión, mi dulce Jesús viene en mi encuentro, me recuerda que en él está el camino, la verdad y la vida, y cuando más confundida me siento él viene y sostiene mi mano y alumbrando mi camino con su palabra, guiándome hacia él y a sus propósitos eternos, es él la brújula que me trae dirección.
Constantemente necesito que el Padre me recuerde quien soy en él, a veces el temor, los afanes y la insuficiencia pareciera que se apoderan de mí, pero es ahí cuando él viene y en medio de mi humanidad y fragilidad, me abraza, restaura, santifica y afirma. ¡Eres hija amada! Me dice constantemente como un bálsamo a mi corazón, estas palabras me reconfortan.
Es ahí cuando encuentro mi norte, solo en él, es ahí cuando escribo y logro plasmar aquello que anhela fervientemente ser expresado, gracias a él.
Es ahí cuando en busca de encontrar el camino me encuentro con él, y me muestra que él es, el camino.
Comentarios
Publicar un comentario