LA VIDA EN ABRIL
¡Hola, amigos! Seguimos en el mes de abril, y me resulta un tanto intrigante cómo llegará a culminar; sin embargo, hoy optaré por disfrutar este día, mi presente ¿como titularias abril?.
Desde hace algunas semanas en mi vida, la bonanza y la paz del Señor han estado de una manera más real y tangible en mi día a día, la ansiedad no ha estado presente, el sobre pensar no me ha vuelto a quitar cada noche el sueño, el amor de Dios lo he sentido muy palpable en mi vida, de una manera que necesitaba desesperadamente.
Este año y desde marzo me he propuesto a ser más detallista, en cuanto a mi expresión de amor a los demás.
Esto es, con tiempo, presentes y momentos.
Quiero que las personas que están cercas de mí se sientan amadas, algo que aunque parezca mentira suele costarme expresar de una manera significativa, dado que el miedo a ser lastimada y traicionada han llegado a estar presentes en repetidas ocasiones ¿te ha pasado después de experimentar sucesos traumáticos?, tranquilo lector estoy en restauración y he tomado terapia durante algunos meses.
Dicho lo anterior, la necesidad apremiante es mirar a Jesús; esto me ha reenfocado a atreverme a amar nuevamente a las personas que llegan a mi vida, sin miedo o muchas veces con mucho miedo pero dando pasos de fe, porque amar es para valientes, como diría el buen Itiel Arroyo.
Algo que te quiero compartir querido lector es que poco a poco he ido reconciliándome conmigo misma, dejando que el Espíritu Santo reconstruya lo que él no rompió y volviendo a hacer todo aquello que late en mi corazón, como mi amor por el arte, la lectura, el deporte, y por su puesto mi mayor pasión Cristo Jesús y su reino.
Mi querida y preciada amiga Yemili diría sanar con elegancia, palabras y verdad que llevo tatuadas en mi corazón desde que salieron de sus labios, palabras que han resonado en las profundidades de mi ser.
Querido lector, te reto a algo: ¿sanamos con elegancia?
Me siento cada vez yo, nuevamente, pero de una manera mejor, más madura, más sabia, más dependiente de Dios, pero sobre todo con un mayor entendimiento, de que solo puedo vivir una vida de reino, de la mano de Jesús.
Soy romántica e idealista, a veces ingenua en extremo, y aunque a veces esto me ha causado que me estrelle, debo confesar cuan impresionada, estoy de saber que Jesús, mis padres, mentores y amigos han estado ahí para levantar mis brazos, cargándome y también exhortándome a seguir la carrera de la fe.
Una constante en medio de esto es y ha sido cuidar mi esencia, mi diseño y entender que soy creada de manera maravillosa y compleja, para ser un reflejo de Cristo.
Esto palpita en mi corazón, querido lector, admitámoslo, es hermoso, pero conlleva una gran responsabilidad.
Desde la profundidad de mi corazón, si hay algo que puedo decir en medio de todo esto es que busques al Señor y su paz.
Tengamos presente que la paz de Dios sobrepasa todo entendimiento, es algo que él quiere para nosotros, esto es que puedas experimentar el shalom de Dios, en cada temporada de nuestras vidas, escribo esto en una tarde de abril, con mil ideas en mi mente, pero con la convición de que los mejores días están por venir, aunque nuestro mundo parezca desmoronarse.
Te deseo un excelente día, te mando un abrazo y no olvides amar, así como Cristo desea que lo hagas, de manera digna, honorable y con respeto.
Comentarios
Publicar un comentario